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El pequeño Félix queda libre de la enfermedad y mantiene la agudeza visual que le permite caminar y jugar
Investigadores del Hospital Sant Joan de Déu Barcelona y de VCN Biosciences, con un tratamiento pionero, han evitado que un niño quede totalmente ciego. El pequeño había perdido un ojo a consecuencia de un cáncer de la retina.
El pequeño Félix, que viajó a Barcelona desde Venezuela, queda libre de la enfermedad y mantiene la agudeza visual para caminar y jugar con normalidad.
Un niño salva la visión con un virus modificado genéticamente
El tratamiento consiste en inyectar dentro del ojo afectado por el tumor un virus modificado genéticamente que selecciona, ataca y destruye las células cancerígenas.
Félix fue diagnosticado de un retinoblastoma bilateral (un cáncer de retina que le afectaba los dos ojos) cuando sólo tenía unos meses de vida. A los dos años, cuando ya había perdido un ojo a consecuencia de la enfermedad.
Se inyecta dentro del ojo afectado por el tumor un virus modificado genéticamente que destruye las células cancerígenas
El niño viajó con su madre a Barcelona, gracias a la Fundación Simón Bolivar. El objetivo era recibir en el Hospital Sant Joan de Déu un tratamiento que le permitiera salvar el otro ojo y mantener la visión.
El equipo médico que le atendió logró inactivar el tumor mediante un tratamiento de quimioterapia intra-arterial. Ocho meses después, sin embargo, tuvo una recaída que le llevó de vuelta a Barcelona.
Fue entonces cuando el equipo de Sant Joan de Déu comprobó que el tumor ya no respondía a los tratamientos convencionales.
Y propuso a la familia participar en un ensayo clínico. Consistía en evaluar la seguridad y eficacia del virus oncolítico VCN-01 contra el cáncer de retina resistente a la quimioterapia.
Virus oncolítico
El tratamiento que ha recibido Félix es un derivado del adenovirus, un virus común que normalmente causa síntomas de resfriado.
El tratamiento que ha recibido Félix es un derivado del adenovirus, un virus común que causa síntomas de resfriado
Ahora, algunos investigadores internacionales lo están utilizando para desarrollar una vacuna contra la COVID-19.
Ha sido modificado en el laboratorio de VCN Biosciences para que sea capaz de identificar, infectar y multiplicarse en las células cancerígenas.
Esto permite al virus oncolítico identificar y atacar de manera selectiva las células cancerígenas y dejar indemnes las sanas.
Cinco años de investigación
El desarrollo de este nuevo tratamiento contra el cáncer de retina es el resultado de 5 años de investigación. Pone en valor la investigación traslacional (transferencia de conocimiento de la hospitalización al laboratorio y viceversa) del Hospital Sant Joan de Déu.
Los pacientes candidatos a participar son niños que sufren un retinoblastoma que no responde a los tratamientos convencionales
Hace un año, este trabajo fue portada de la prestigiosa revista Science Translational Medicine. Y mereció uno de los reconocimientos más prestigiosos de la oncología pediátrica mundial, el premio Odile Schweisguth.
El caso de Félix ha permitido demostrar por primera vez la eficacia terapéutica del virus oncolítico VCN-01 en esta indicación. Pero el ensayo clínico necesita de más pacientes para confirmar que la dosis que se administra es la más ajustada para garantizar su eficacia.
Los pacientes candidatos a participar son niños que sufren un retinoblastoma que no responde a los tratamientos convencionales.
El retinoblastoma se diagnostica a 8.000 niños y niñas en el mundo cada año
El retinoblastoma es el tumor ocular más frecuente en la población infantil. Se diagnostica a aproximadamente 8.000 niños y niñas cada año en el mundo.
Este cáncer se origina en el proceso de desarrollo de la retina, durante los primeros años de vida.
El retinoblastoma es el tumor ocular más frecuente en la población infantil
En la actualidad, y siempre que esté indicada la preservación del ojo, los niños afectados son tratados en el Hospital Sant Joan de Déu con quimioterapia intra-arterial como primera opción.
Se les introduce un largo y fino catéter por la arteria femoral, en la ingle, y se conduce hasta la arteria oftálmica para, una vez allí, administrar localmente la quimioterapia.
En algunos casos, también se inyecta quimioterapia dentro del ojo, en el humor vítreo.
En algunos casos, el tumor no responde a estos tratamientos y los oftalmólogos no tenían hasta ahora otra opción que enuclear el ojo afectado. El objetivo era evitar que el cáncer se extendiera a otros órganos del cuerpo, ya que entonces las posibilidades de curación son muy bajas.
