Intelligente
La era de la humanidad
La economía evoluciona y cambian las demandas de habilidades, como también cambia la propia naturaleza del empleo y las profesiones.
Es ya un lugar común hablar de la cuarta revolución industrial como el paradigma de las grandes transformaciones.
Un cambio protagonizado fundamentalmente por su componente tecnológico:
- nanotecnología
- drones
- impresión 3D
- realidad virtual y aumentada
- inteligencia artificial
Una revolución que está provocando alteraciones profundas que percibimos en nuestro día a día: la economía evoluciona y cambian las demandas de habilidades, como también cambia la propia naturaleza del empleo y las profesiones.
Inteligencia automatizada
Esta revolución se caracterizará, sobre todo, por la expansión de la inteligencia automatizada, provocará perturbaciones en los modelos sociales mucho mayores de las que ahora podemos predecir y cambiará por completo el modo en el que las empresas se relacionan con los consumidores.
A largo plazo y sin catastrofismo, Vidal apuesta por un futuro en el que el ser humano podrá aprovechar estas transformaciones para vivir mejor
Con una mirada a largo plazo que rehuye el catastrofismo, Marc Vidal apuesta por un futuro en el que el ser humano podrá aprovechar estas transformaciones para vivir mejor.
Pero esta revolución no es más que la antesala de una transformación cuyo alcance será mucho mayor: la quinta revolución industrial
Y traza un mapa realista y esperanzador de un mañana inmediato en el que todo va a cambiar y para el que debemos estar preparados.
Marc Vidal, el perfil del autor
Además de divulgador económico, Marc Vidal es un prestigioso consultor en transformación y estrategia digital, analista en Nueva Economía, profesor en escuelas de negocio, inversor tecnológico, escritor y un solicitado conferenciante internacional.
Entre sus clientes destacan empresas como, Basf, Merck, Hitachi, Microsoft, IBM o Allianz. Su vocación profesional es la de ayudar a empresas e instituciones a realizar los cambios tecnológicos que permitan localizar los desafíos que la transformación digital ofrece.
Marc Vidal es un prestigioso consultor en transformación y estrategia digital
Como divulgador es un conocido director y presentador de diversos programas de televisión entre los que destaca ‘Economía de Bolsillo’ y ‘Economía de Futuro’ en TVE. Colabora regularmente con CNN, TV3 y ‘La Sexta’.
Actualmente lidera su propia consultora de Transformación Digital e Industria 4.0 y es Advisor en el d-LAB del Mobile World Capital para la identificación de proyectos que den respuesta a los desafíos de la sociedad digital. También es Senior Advisor para la multinacional Entelgy Digital. Fundó la consultora digital Cink que fue adquirida por la multinacional Llorente y Cuenca años después, el vehículo de inversión tecnológico Idodi Venture Capital y la aceleradora de negocios Conector Startup Spain.
Ha sido Director del postgrado en Social Media y Estrategia Digital para la Universidad de Barcelona IL3, miembro del Grupo de Investigación en Nueva Economía de la Universidad Politécnica de Madrid y consultor titular en temarios de empresa digital para el Banco Centroamericano de Integración Económica.
Marc Vidal fue uno de los analistas que predijeron la crisis económica antes de que sucediera
Ha sido galardonado como uno de los más destacados conferenciantes económicos de la actualidad. Es el creador del método para la generación de nuevos modelos de negocio ‘Disrupt Thinking’ que ha puesto en practica con éxito en más de un centenar de empresas.
Marc Vidal fue uno de los analistas que predijeron la crisis económica antes de que sucediera. En 2006 ya escribió sobre lo que sucedió años después, pero no lo hizo con alarmismo, sino desde una óptica de oportunidad histórica.
Fue director de la revista económica Westinghouse Future Economy y publica sus libros en Grupo Planeta. Los más destacados son ‘Contra la cultura del Subsidio’, o el bestseller traducido a una decena de idiomas ‘Una hormiga en París’ que fue seleccionado como uno de los diez libros a tener en cuenta por la Revista Forbes Magazine en 2013.
La era de la humanidad (extracto)
Madrugada del 8 al 9 de agosto de 2007, Jean Flamcourt, un joven gestor de inversión del BNP Paribas Investment Partners, estaba sentado frente a un muro de pantallas. Las miles de líneas intermitentes que cambiaban de valor constantemente simbolizaban el universo del poder del capital; vivían conectadas a la mayoría de los índices bursátiles y a la cotización a tiempo real de los vehículos en los que su banco era partícipe.
Aquél había sido un día largo, pero su instinto le decía que había algo que no encajaba. Y no podía encajar. Todavía no lo sabía, pero un buen número de los fondos que gestionaba su empresa estaban rebosantes de basura y, en realidad, no valían nada. Jean sabía que, el pasado febrero, The Wall Street Journal publicó un artículo que denunciaba el peligro al que se enfrentaba el mundo por culpa de un tipo de hipoteca que, por aquel entonces, fue bautizado como «subprime».
Se habían empezado a acumular los impagos en Estados Unidos. La cotización y el valor de los fondos de inversión, que estaban compuestos en su mayor parte por esas hipotecas, eran dudosos. En mayo, esos mismos productos financieros habían sido criticados por los principales inversores, los cuales, sin hacer ruido, inician una huida generalizada de esos fondos.
Pero ya era tarde. La enorme bola de estiércol que algunos divisaban en el horizonte era imparable. El banco central de Estados Unidos, la Reserva Federal, decide comunicar que hay riesgo de crisis. La percepción de que las cosas pintaban bastos se generaliza, pero todavía nadie es capaz de advertir la verdadera envergadura de la tragedia. Al mes siguiente varios fondos flexibles que tenían deuda del banco de inversión Bear Stearns quiebran.
A esas alturas, la «tormenta perfecta» iba a dejar de ser sólo el título de una película. En julio, la propia Reserva Federal admitía que las pérdidas generadas por los productos financieros ligados a las hipotecas subprime rondaban los 100.000 millones de dólares. Era la primera vez que se cuantificaba la herida. Pero el detonante del desastre no se inició hasta la primera semana del mes de agosto, cuando el problema se inocula a los
mercados financieros.
Hasta ese momento, la «basura» parecía contenida en sus bolsas de plástico. Sin embargo, eso no era así. Blackstone quiebra el 2 de agosto. American Home Mortgage, el 6. El 7 lo hace el National City Home Equity de California. De momento, sólo un banco alemán admite tener hipotecas subprime en sus productos financieros. El Fondo Monetario Internacional (FMI) alertaba en un informe de que «de los 4,2 billones de euros en bonos ligados a hipotecas de alto riesgo de Estados Unidos, por lo menos unos 700.000 millones no eran estadounidenses», es decir, tenían que estar en Europa.
Si todo ese dinero estaba yéndose por el desagüe del viejo continente y sólo había un banco alemán que había reconocido tener 25.000 millones de ese deshecho financiero, ¿dónde estaban los otros 675.000?, ¿quién los tenía? O, mejor dicho, ¿quién estaba a punto de quebrar?