El acceso a la movilidad y la necesaria digitalización

Quien gane la batalla de la digitalización ganará la ‘guerra’ del mañana, pero sin ir tan lejos, estará en la mejor disposición para afrontar con garantías de éxito la ‘nueva normalidad’ tras la pandemia de la COVID-19.

¡Digitalización, digitalización y digitalización!, esta es la clave del éxito

Las grandes y medianas potencias mundiales ya están en esta dinámica y los países que no quieran naufragar entre las arenas movedizas de una gestión tradicional, arcaica y desfasada, deben subirse al carro de la digitalización cuanto antes.

¡Digitalización, digitalización y digitalización!, esta es la clave del éxito. Y los países que no quieran verlo se están poniendo una venda en los ojos y continuarán haciéndose trampas al solitario. Te lo contamos en conideintelligente.com, el portal de la gente intelligente.

La necesaria digitalización

La Unión Europea ya ha mostrado su deseo de apostar por el camino de la digitalización dentro de una economía circular y sostenible. Ahora más que nunca y con la pandemia todavía caliente es el momento de que el deseo venga acompañado de concienciación, formación y financiación.

En España, ni siquiera hemos empezado a correr por el andén para subir al tren de la digitalización, un tren que ya ha iniciado la marcha y que pronto volará, si no lo hace ya, a velocidad de crucero.

Uno de los sectores que debe abanderar el camino a la digitalización en España es, sin duda, el de la automoción, por muchas razones, pero por una fundamental, tenemos que garantizar el acceso de la juventud a la movilidad.

Una de las actividades que en España está pidiendo a gritos entrar en la era de los datos, es la que realizan las casi 9.000 autoescuelas y sus 30.000 trabajadores (de los que 18.000 son profesores), que dependen de la ‘batuta’ de la Dirección General de Tráfico.

Para las autoescuelas tradicionales, la resistencia a la digitalización se ha elevado a la categoría de ‘cruzada’

Es preocupante que sea, precisamente, la DGT el principal escollo para la digitalización del sector de las autoescuelas, según expresan con vehemencia fuentes autorizadas del sector.

Para las autoescuelas tradicionales, la resistencia a la digitalización se ha elevado a la categoría de ‘cruzada’, con mensajes demoledores pero sin ningún tipo de credibilidad científica, como que la enseñanza a distancia causaría más muertes en la carretera.

La enseñanza no presencial no va a ser nunca la causa del aumento de la mortalidad. Por desgracia, sigue siendo una creencia generalizada que en España no se enseña a conducir, solo a aprobar el examen para obtener el carnet. Pero no se trata de polemizar, sino de analizar dónde estamos y a hacia dónde nos dirigimos.

Acceso a la movilidad

Se trata de ver los pros y los contras para llegar a un modelo en el que convivan las autoescuelas tradicionales y las autoescuelas digitales, bajo el paraguas de una nueva normativa que dé respuesta a unas y otras y que permita:

• La liberalización, para atender las necesidades de alumnos y profesores.

Las autoescuelas digitales han venido para quedarse con un claro objetivo, revolucionar el acceso al permiso de conducir

• El acceso a la movilidad, con soluciones flexibles de aprendizaje y superación de la falta de recursos y de problemas logísticos.
• Precios razonables, que no conviertan el carnet de conducir en un artículo de lujo.
• La digitalización, a través de la tecnología, la experiencia de usuario y el análisis de datos para conseguir una educación vial adaptada a sus necesidades y que sea capaz de superar situaciones de confinamiento como la generada por la COVID-19.

Y, en este análisis, tienen que estar la DGT, las autoescuelas tradicionales y las autoescuelas digitales, que ya son una realidad y que han venido para quedarse, con un claro objetivo, revolucionar la forma de acceder al permiso de conducir. Es cuestión de mirar más hacia delante.