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Primer trasplante pulmonar completamente robótico con una nueva vía de acceso
Doble hito mundial en transplante pulmonar conseguido
en el Hospital Universitario Vall d’Hebron
Primer trasplante pulmonar completamente robótico con una nueva vía de acceso. El Hospital Universitario Vall d’Hebron ha llevado a cabo un doble hito en el ámbito del trasplante pulmonar.
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Primer trasplante pulmonar completamente robótico con una nueva vía de acceso
Por primera vez se ha trasplantado un pulmón mediante una técnica mínimamente invasiva que consiste en el uso de cirugía robótica.
Y, además, se ha creado un nuevo acceso por donde sacar los pulmones enfermos e introducir los pulmones nuevos. Concretamente, la nueva vía de acceso se ha obtenido por la parte inferior del esternón, mediante una incisión de ocho centímetros, justo por encima del diafragma.
Así, por primera vez no se ha tenido que hacer una gran apertura separando costillas y abriendo el tórax, que hasta ahora era la única opción disponible.
Esta operación pionera se ha realizado a un hombre de 65 años que necesitaba el trasplante de un pulmón a causa de una fibrosis pulmonar. Se ha realizado con la intervención multidisciplinaria de profesionales de los servicios de:
- Cirugía Torácica y Trasplante Pulmonar
- Anestesiología, Reanimación y Terapéutica del Dolor
- Cirugía Cardíaca
- Enfermería de trasplantes
¿En qué consiste un transplante pulmonar?
El trasplante pulmonar consiste en sustituir uno o dos pulmones enfermos por otros de sanos. En general, esto pasa cuando hay una enfermedad que comporta una insuficiencia respiratoria crónica grave y progresiva.
Los trasplantes pulmonares se iniciaron en 1981 en California. En Cataluña, este tipo de intervención se desarrolla de forma exclusiva en el Hospital Universitario Vall d’Hebron tanto para niños como para adultos.
Desde el inicio del programa, en Vall d’Hebron se han realizado más de 1.556 trasplantes pulmonares.
Abordaje agresivo y sistema inmunológico
«El gran problema de abrir el tórax cuando se hace un trasplante pulmonar es que es un abordaje muy agresivo con un postoperatorio muy delicado», explica el Dr. Albert Jauregui, jefe del Servicio de Cirugía Torácica y Trasplante Pulmonar del Hospital Universitario Vall d’Hebron.
Para evitar que la persona rechace los nuevos órganos hay que suministrar una medicación que deprime el sistema inmunológico de por vida, con lo cual el riesgo de infección postoperatoria siempre es muy alto.
El riesgo de infección
Se puede producir infección en algunos casos y la herida no se cierra adecuadamente (cuando se trasplantan los dos pulmones la apertura que hay que hacer es de unos 30 centímetros, de lado a lado del tórax). En algunos de estos casos hay que volver a operar a la persona para controlar la infección.
Hay que pensar, además, que los pacientes que necesitan un trasplante de pulmón son personas con insuficiencias respiratorias crónicas por las que un simple movimiento como ir al baño puede resultarles extenuante. Por lo tanto, una cirugía tan agresiva como la que se ha hecho siempre les suponía muchas consecuencias negativas.
Un hito histórico
Ahora, el paradigma ha cambiado: «Esta nueva técnica quirúrgica nos permite cortar únicamente un tramo pequeño de piel, grasas y músculos, una herida que cicatriza con facilidad, mucho más segura y que en este primer paciente prácticamente no ha producido dolor. Se trata de un hito histórico que creemos que mejorará la vida de miles de pacientes», asegura el Dr. Albert Jauregui.
«En Vall d’Hebron hacía tiempo que pensábamos en cómo podíamos hacer que esta cirugía tan agresiva fuera menos invasiva, pero siempre nos encontrábamos con la misma problemática: no se nos acudía por dónde podíamos sacar el pulmón enfermo e introducir el nuevo», explica el Dr. Albert Jauregui.
Cirugía subxifoide
Hasta que, finalmente, al Dr. Iñigo Royo Crespo, especialista del Servicio de Cirugía Torácica y Trasplante Pulmonar, exploró una vía de acceso que se utiliza para operar el cáncer de pulmón y el timus: la cirugía subxifoide.
La xifoides es una pequeña extensión cartilaginosa de la parte inferior del esternón. Así, los cirujanos hicieron manualmente una incisión de ocho centímetros en la piel por debajo de la xifoides y por encima del diafragma.
Y en el agujero abierto colocaron un separador de partes blandas, una sencilla herramienta de plástico que permite mantener la incisión abierta y limpia durante la operación para sacar y meter los pulmones.
La piel es muy elástica, con lo cual los ocho centímetros son suficientes para que pasen los pulmones, a diferencia de la incisión entre las dos costillas habitual en los trasplantes, que no es elástica.
A partir de aquí, la operación fue 100% robótica: se introdujeron cuatro brazos del robot Da Vinci por cuatro pequeños orificios (de 8 a 12 milímetros de ancho) que se hacen en diferentes partes del tórax.
Cirugía totalmente robótica
El cirujano torácico se sienta en la consola y mueve los brazos mediante cuatro palancas de control: una palanca mueve un brazo que separa delicadamente el corazón del pulmón, para que no dificulte la operación de salida y entrada de los pulmones.
Dos brazos llevan las herramientas quirúrgicas como por ejemplo bisturíes y pinzas, mientras que el último brazo incorpora una cámara que permite al cirujano tener una visión en 3 dimensiones del interior del cuerpo.
Hay que tener en cuenta que los trasplantes de pulmón hasta ahora se hacían abriendo el tórax, con lo cual el cirujano veía los órganos a simple vista.
Amplia visibilidad y libertad de movimientos
El robot Da Vinci permite un trabajo de gran precisión, ya que ofrece una amplia visibilidad y más grados de libertad en los movimientos.
Se pueden realizar incisiones mínimas, menos invasivas y precisas, y elimina el temblor o los movimientos involuntarios de los cirujanos y las cirujanas y también el cansancio postural en las intervenciones largas.
Así, una vez separado el pulmón del corazón, mediante los brazos robóticos el pulmón enfermo fue extraído por la herida subxifoide.
Y por la misma incisión se introdujo el pulmón nuevo, que se unió al cuerpo utilizando los brazos robóticos.
Simple y llanamente: así se ha hecho en el Hospital Universitario Vall d’Hebron el primer trasplante de pulmón completamente robótico que puede suponer un antes y un después en la historia de los trasplantes pulmonares.