La aplicación de la tecnología láser abre un nuevo horizonte en el tratamiento de la epilepsia, ya que permite eliminar el foco epiléptico en los casos más complejos.
Hasta ahora solo podía abordarse a través de la cirugía tradicional o abierta, con más riesgos para el paciente.
La principal ventaja de la cirugía con láser es que obtiene los mismos resultados que el método tradicional, con menos posibilidad de que se produzcan daños secundarios.
El doctor Antonio Gil-Nagel Rein, director de la Unidad de Epilepsia del Hospital Ruber Internacional, añade que «este procedimiento, mínimamente invasivo, permite ampliar el rango de pacientes que pueden beneficiarse del uso de la cirugía como tratamiento de la epilepsia».
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¿A cuántas personas afecta la epilepsia?
En España, hay aproximadamente 350.000 personas con esta enfermedad cerebral, lo que representa al 0,8% de la población. Entre los síntomas de la epilepsia están las crisis, que se caracterizan por causar convulsiones incapacitantes.
Existen algunas crisis epilépticas imposibles de controlar con la medicación, se trata de una condición llamada epilepsia refractaria. Está presente en el 25 por ciento de los casos y suele tratarse mediante la cirugía tradicional o craneotomía.
Este procedimiento tradicional requiere la apertura del cráneo para localizar el foco epiléptico donde se origina la crisis. Si se localiza, los resultados son positivos. Eso sí, conlleva una serie de riesgos al tratarse de una cirugía abierta:
- Un alto riesgo de sufrir daño neurológico y cognitivo.
- Un mayor tiempo para recuperarse.
Cirugía con láser: cómo funciona
Es un procedimiento menos invasivo que combina la aplicación de la energía láser y la monitorización de la resonancia magnética cerebral al mismo tiempo. Además, no provoca deterioros en los tejidos sanos y evita los riesgos de la cirugía tradicional.
En concreto, el foco epiléptico queda destruido con el láser aplicado mediante una sonda de pequeño tamaño.
El doctor Marcelo Budke, neurocirujano especialista en cirugía de epilepsia del Hospital Ruber Internacional, detalla que «una mínima incisión de tres milímetros en el cuero cabelludo es suficiente para introducir la sonda de fibra óptica en el cerebro». Así actúa el láser, incrementando la temperatura hasta eliminar el foco epiléptico.
La exposición al láser dura alrededor de 10 minutos y se realiza de manera controlada gracias al apoyo de la resonancia magnética. En esta línea, el neurocirujano especifica que «la aplicación del láser se puede observar en tiempo real mediante resonancia magnética cerebral, y así ajustar el tratamiento solo a las zonas enfermas y preservar el tejido cerebral sano».
En cuanto a los resultados, recientes publicaciones indican que es tan eficaz como la cirugía convencional. El doctor Gil-Nagel señala que «estos resultados son muy prometedores y seguirán mejorando conforme se adquiera más experiencia».
Ventajas del tratamiento láser en la epilepsia
- Es una técnica mínimamente invasiva.
- Requiere solo un día de ingreso hospitalario, mientras que en la craneotomía se recomienda 5 días.
- Tiene menos complicaciones que la cirugía abierta, que presenta mayor probabilidad de presentar hemorragia, infección o influir en zonas cerebrales funcionales.
Cirugía con láser versus craneotomía
Ambas ayudan a controlar las crisis de la epilepsia tras la intervención. Así lo subraya el doctor Gil-Nagel: «los resultados los ves claramente en cuanto haces el tratamiento».
La elección del procedimiento dependerá de factores como qué lesión tenga cada persona, dónde esté ubicada y su tamaño. Por ejemplo, cuando son grandes, es más aconsejable la técnica tradicional.
En conclusión, la cirugía con láser permite sumar nuevas opciones para tratar la epilepsia, sin sustituir el resto de las técnicas. El doctor Gil-Nagel advierte que «siempre será necesario seleccionar bien los pacientes y la zona del cerebro que debe ser tratada por el cirujano».