El hombre volador lo ha vuelto a hacer y ha batido su propio récord de velocidad.
El inventor británico Richard Browning, fundador de Gravity Industries, duplicó con creces el récord anterior de 51,53 km/h que estableció hace dos años.
El llamado Iron Man alcanzó los 136,891 km/h con su traje propulsado por un motor a reacción y controlado por su propio cuerpo
El conocido como Iron Man alcanzó los 136,891 km/h con su traje propulsado por un motor a reacción y controlado por su propio cuerpo.
Con el muelle de Brighton como telón de fondo, y con el apoyo de Xperience Days, Richard voló frente a la multitud y los medios de comunicación en el evento estrella del Guinness World Records Day de 2019, que ha tenido como lema «Espíritu Aventurero».
Adrenalina y nuevo record
Después de dos intentos, en los que se trataba de volar hacia y desde un barco al final del muelle, el nuevo y mejorado traje de Richard -cuya dirección está controlada sólo por el movimiento del cuerpo y requiere fuerza central para equilibrarse- lo impulsó a un nuevo récord de velocidad.
«Es bastante estimulante, la adrenalina fluye cuando vuelas sobre las olas»
«Nunca se puede descartar la posibilidad de tener un problema técnico, así que estoy muy contento de que hayamos cumplido con lo que hemos hecho. Y es lo más rápido que he ido nunca. En el entrenamiento estábamos haciendo unos 120,7 km/h, así que hemos ido significativamente más rápido».
«Es bastante estimulante, la adrenalina fluye cuando vuelas sobre las olas», agregó Richard, quien también explicó cómo disfrutó el cambio de escenario para este vuelo.
El sueño de volar hecho realidad
«Cuando vuelas rápido sobre un océano gris es muy difícil, incluso para mí, evaluar mi velocidad. Así que tener el muelle y la moto acuática de referencia ha sido muy positivo».
Realmente se siente como ese sueño de volar que a veces tienes mientras duermes
«Volar a lo largo del histórico muelle ha sido muy especial y, de hecho, cuando se vuela sobre el mar o un lago y no hay nada más que un barco al que llegar, la experiencia es bastante solitaria. No te sientes tan solo al tener un muelle justo ahí».
«Realmente se siente como ese sueño de volar que a veces tienes mientras duermes. Eres completamente libre de moverte sin esfuerzo en un espacio tridimensional y te despojas de los lazos de la gravedad».