La autoescuela digital Onroad, filial española de Ornikar, primera autoescuela digital de Europa, ha denunciado que los sistemas electrónicos para gestionar expedientes en las jefaturas provinciales de tráfico se caen continuamente e impiden a los alumnos examinarse con normalidad.
La compañía ha presentado una reclamación al no poder subsanar errores en los expedientes de alumnos que no podrán presentarse en Madrid por la caída de esos sistemas y la carencia de alternativas.
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Según ha explicado el CEO de la compañía, Miguel González-Gallarza, el pasado viernes Onroad presentó por vía telemática expedientes de alumnos para hacer el examen práctico en la próxima convocatoria.
La tramitación online sigue siendo el talón de Aquiles de la administración y de las autoescuelas tradicionales
En los documentos había que subsanar pequeños errores, pero no se pudieron corregir porque la red SARA para gestiones con la administración estaba caída. Tampoco se pudieron gestionar por correo electrónico, teléfono o ventanilla: en los dos primeros casos no hubo respuesta, y en ventanilla las jefaturas de tráfico no atienden sin cita previa.
“Esto es sólo una muestra del retraso en implementar sistemas eficaces de administración electrónica en la Dirección General de Tráfico (DGT)”, ha explicado González-Gallarza, “un problema que no sólo afecta a los ciudadanos sino a los propios funcionarios, que tienen que pelearse con sistemas ineficaces y sobrecargados, y son injustamente el blanco de las quejas de ciudadanos y autoescuelas, cuando es la administración la que no les facilita las herramientas adecuadas para hacer bien su trabajo”.
La compañía denuncia que el sistema para la gestión electrónica de expedientes se cae a diario y deja a los alumnos sin poder presentarse
Por todo ello, Onroad exige un compromiso en firme a la DGT para avanzar de una forma definitiva en su digitalización al igual que ya hicieran hace muchos meses otras administraciones, al mismo tiempo que fuerce a las anquilosadas autoescuelas tradicionales a realizar una verdadera transformación que incluya la transparencia y el cambio de modelo de negocio que se ha manifestado obsoleto tras el confinamiento y que ha llevado a la ruina a numerosas empresas de educación vial.
Derecho a examinarse
A estos incidentes cotidianos de colapso e ineficiencia en la que se encuentran las jefaturas provinciales tras el confinamiento por la pandemia de COVID, se suman otros muchos que, hasta la fecha, han impedido que se lleven a cabo más de 180.000 exámenes teóricos y más de 260.000 prácticos.
Los problemas digitales de la DGT han impedido que se lleven a cabo más de 180.00 exámenes teóricos y más de 260.000 prácticos
A juicio de Onroad, el retraso en aplicar la administración electrónica en la DGT está negando a cientos de miles de ciudadanos el ejercicio de su derecho a examinarse para, entre otras cosas, acceder a un empleo que en muchos casos exige tener permiso de conducir.
Pero además, considera que las autoescuelas tradicionales tienen una responsabilidad en esta situación que amenaza con agravarse en agosto.
Por ello, propone actuar en tres frentes para acabar con una situación que amenaza con destruir gran parte del sector:
- Digitalizarse de verdad, eliminando gastos superfluos de gestión.
- Mejorar la comunicación con los alumnos, presentando a examen únicamente a aquellos aptos realmente para aprobar.
- Cordinarse a través de las distintas asociaciones existentes para repartir los alumnos que pueden ir a examen entre las propias autoescuelas y las distintas jefaturas provinciales, evitando así cuellos de botella.
Acabar con el “a ver si hay suerte”
En muchos casos, las autoescuelas tradicionales presentan alumnos a examen, aunque no estén preparados, con la única intención de probar suerte, lo que supone agotar oportunidades y que acaben subiendo los gastos de gestión.
«Si las autoescuelas insistimos en vender la idea de que sacarse el carné es cuestión de presentarse muchas veces y no de prepararse bien, no estamos cumpliendo nuestra labor pedagógica», asegura González-Gallarza.
El actual sistema CAPA favorece a las grandes autoescuelas y deja sin oportunidades a las pequeñas, lo que perjudica la competencia
«Aunque en última instancia sea la DGT la que organice los exámenes, las diferentes asociaciones de autoescuelas deberían ser capaces de predecir con datos el volumen de demanda de plazas de examen incluso entre distintas provincias», añade.
Para el portavoz de Onroad, el actual sistema CAPA favorece a las grandes autoescuelas y deja sin oportunidades a las pequeñas, lo que perjudica la competencia y favorece la concentración sin que haya asociaciones capaces de proteger los intereses de las más perjudicadas.
De hecho, si una autoescuela pequeña presenta dos alumnos a examen y sus resultados no son los esperados, sólo se le autorizará a presentar al siguiente examen a un alumno, aunque tenga tres en condiciones de aprobar, mientras las grandes pueden presentar hasta 50 alumnos de una sola vez.
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